Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos, como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles, y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha; Parte I, Capítulo I
Miguel de Cervantes
Dicen que si deseas tanto y con tanta fuerza algo, al final se convierte en realidad. Aunque no siempre nos funcione, lo que sí sabemos es que siempre nos quedarán los sueños. Y para soñar, siempre nos quedarán los libros.
«La Cervantina», además de una colección, es el hogar de todas aquellas historias forjadas en la imaginación y materializadas en la palabra. Es un rincón no necesariamente nuevo, pero sí particular; un rincón en el que albergar todas las esperanzas, las batallas, las risas, los recelos y las pasiones en una misma esencia: la creación.
«La Cervantina» es origen, pero también es destino. Como en su día hiciera don Miguel de Cervantes, a quien debemos el nombre de este hogar, deslumbrando nuestras vidas con sus fantasías, hoy trataremos de hacernos eco de todos aquellos espejos en los que alguna vez debimos mirarnos, pero en los que nunca antes lo hicimos. Por todo aquello que pudo haber sido, por todo lo que es y por todo lo que será: «La Cervantina» es dejar de escuchar fuera y comenzar a escuchar dentro; es dar mundo para quitar mundo.
Te invitamos a que te diluyas en las líneas y en las curvas que conforman cada palabra y a que hagas nacer en ti y para ti una nueva llama: la llama eterna de la imaginación.