La Calderona

que el vivir solo es soñar;

y la experiencia me enseña

que el hombre que vive sueña

lo que es, hasta despertar.

 

La vida es sueño

Calderón de la Barca

«La Calderona» nace como el pájaro del sueño que sobrevuela montañas y valles y otea a través de los ojos del durmiente. Visiones quiméricas, casi irrealidades que se hacen materia física, barro primigenio para modelar —¿el qué?— quién sabe: quizás una página, o un libro, o cientos. Así es como lo vemos, como una ilusión, casi un espejismo que dibujará un escenario vacío en la mente del lector donde ubicar luces, mobiliario, personajes… porque no debemos olvidar que la única manera de dirigir una obra teatral —sin ser director de escena— es asistir a su lectura y producirla con la ayuda de instinto y la pura imaginación.

Bautizamos «La Calderona» a este sello editorial en homenaje a uno de los grandes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro español, lo que no quita que cualquier género sea acogido entre sus brazos, ya sea en prosa o verso, porque el teatro de calidad no huye necesariamente de fórmulas preestablecidas, sino que penetra profundo como las poderosas raíces de un ficus que nos regala con generosidad su dulce sombra.

Comedia, drama, tragedia, esperpento… nos gusta todo —somos así de eclécticos—, y en esta decisión por convertirnos en editores omnívoros tratamos de ir más allá en el cuidado exquisito de nuestros libros que incluirán entrevistas, prólogos, ilustraciones, fotografías y un sinfín de material adicional de apoyo que embellecerá y matizará todo lo susceptible de ser embellecido y matizado.

El teatro también se lee, o debería hacerse, y es por eso por lo que nace «La Calderona», como el joven actor que espera entre bambalinas para irrumpir en escena por primera vez en la vida, tembloroso y taquicárdico, con una enorme sonrisa dibujada en el rostro.

Levantemos el telón, sumerjámonos en el espejo de nosotros mismos, señalémonos con los dedos extendidos y, parafraseando al padre de la tragedia griega, acojámonos a su indubitable dictamen: lo que deba ser, será.